Restaurante típico japonés en el centro de Madrid.
Precio aproximado por comensal 25€.
Me habían hablado de este sitio, un restaurante japonés pero no de sushi, si no de otros típicos platos japoneses, totalmente sin gluten y sin lactosa y por fin lo hemos probado.
Esta situado en la calle San Vicente Ferrer 22, en pleno barrio de Malasaña. Lo reconocerás por su cartel de la muñequita colgando de la pared. Su decoración recuerda bastante a los de una serie manga, con pajaritos de colores colgados del techo y papel de corazoncitos en las paredes.

Fachada

Interior del restaurante
La carta ofrece varios platos japoneses que no tienen nada que ver con el sushi. De hecho la mayoría de los platos ni los habíamos probado ni habíamos oído hablar de ellos.
Para comer pedimos tres platos para compartir (dos comensales) que nos dejamos totalmente asesorar por el camarero ya que era nuestra primera vez allí.
Lo primero que nos trajeron fue las Kabocha Korokke, cuatro grandes croquetas de calabaza japonesa y salteado de puerros. Las croquetas estaban muy crujientes y sabrosas. El sabor de la calabaza era suave y por encima tenían salsa de soja casera y un pelín de mayonesa también hecha en la casa. El precio del plato fue de 11.50€.

Kabocha Korokke

Interior de Kabocha Korokke
Luego trajeron Takoyaki, ocho bolitas de pulpo con cebollino, puré de patatas y jengibre. Sin duda el plato estrella de la cena, nos encanto. Muy fáciles de comer con palillos y muy ricas. Lo que más nos llamo la atención del plato fue que se movía. Estuvimos un rato observando el plato que estaba cubierto de unas hojas de algo que no habíamos identificado y que efectivamente estas hojas se movían. Le preguntamos al camarero y nos comento que se trataba de Katsuobushi, bonito seco laminado en hojas muy finas y que con el calor ciertamente se movían. El sabor de este bonito recordaba ligeramente a la mojama*. Las bolitas también estaban cubiertas de salsas hechas en la casa. El precio del plato es de 9,50€.

Takoyaki

Takoyaki con palillos
Por último nos trajeron Okonomiyaki, un tortilla japonesa con col, gambas, sepia, panceta, huevos ecológicos, jengibre y con mucha salta por encima (para nuestro gusto demasiada). Lo sirven con mucho Katsuobushi por lo que este plato también se llevó un rato moviéndose. El plato es muy grande, no nos lo pudimos terminar.
De sabor estaba bastante bueno. Nos pareció una tortilla bastante bien ordenada y capeada, primero la col, luego los huevos con el marismo y por encima la capa de panceta churruscadita. Nos recordó a un mar y montaña al estilo japonés. El precio del plato es de 15.50€, es el plato más caro de la carta.

Okonomiyaki

Okonomiyaki
Para beber tienen cerveza Estrella Galicia sin gluten bien fresquita, además al mismo precio que el resto de las cervezas, lo cual es de agradecer ya que en muchos sitios las venden más caras que el resto (3€ el tercio).
Este lugar también es bastante conocido por sus postres, son todos sin gluten y sin lactosa. Nada más entrar tienen una vitrina con todos ellos. Como estábamos bastante llenos decidimos pedir algo ligero. Shortcake, tres laminas de bizcocho suave con nata y fresas naturales. Una tarta muy esponjosa y ligera, a pesar de su tamaño. Fue el postre ideal para una cena copiosa. La porción de tarta cuesta 5.5€.

Vitrina postres

Shortcake
El servicio es bastante rápido y amable. Estuvimos hablando con uno de los camareros y nos conto que recientemente habían cambiado de local. Antes estaban en el madrileño barrio de la La Latina pero que desde diciembre se habían mudado a Malasaña. Desde esta fecha y con motivo de una reciente intolerancia al gluten y a la lactosa de un familiar de uno de los cocineros, surgió la inquietud de transformar el local en un sitio gluten y lactosa free.
Los miércoles sirven Ramen, versión japonesa de la sopa de fideos chinos.
!!Sin duda volveremos a probar esos fideos!!
*Mojama: Salazón de lomos de atún. El mejor el de Barbate, Cádiz.