Qué mejor ocasión para hacer rosquillas de anís sin gluten que cuando tu padre viene a Madrid a visitarte y sabes que le encantan.
Adaptas la receta para que todos podamos comerlas. Estas rosquillas fáciles de hacer, son el desayuno o la merienda perfecta. Si eres de Madrid, son ideales y muy típicas para hacerlas en las fiestas de San Isidro (15 de mayo).
Rosquillas de anís sin gluten
Tiempo de preparación: 45 min
Reposo de la masa: 1 hora
Dificultad: media
Ingredientes necesarios para aproximadamente 20 rosquillas:

Ingredientes para rosquillas de anís sin gluten
- 400g de harina de arroz
- 350g de maicena
- 3 huevos
- 100ml de aceite de oliva
- 100ml de leche
- 100ml de anís del mono
- 75g de azúcar moreno
- La ralladura de un limón grande
- 2 sobres de gasificante blancos
- 2 sobres de gasificante oscuros ( yo compro el gasificante en el Mercadona, los colores de los sobres son blancos y morados oscuro, pero los colores cambian en función de la marca)
Elaboración:
Empezamos separando las claras de las yemas, y guardándolas para utilizarlas más adelante. Mezclamos las yemas con el azúcar hasta obtener una textura cremosa. Seguidamen añadimos el aceite, la leche, la ralladura de un limón y el anís,y lo integramos todo.
Una vez tengamos la mezcla preparada, volvemos a coger las claras y las batimos hasta llevarlas al punto de nieve. Ahora las incorporamos al primer bol con movimientos suaves y envolventes para que no se bajen las claras.

Claras al punto de nieve

Claras al punto de nieve
Poco a poco incorporamos los gasificantes y las harinas y mezclamos cuidadosamente hasta que la masa se vaya espesando. Si vemos que la masa está muy líquida, podemos echar un poco más de harina hasta que coja consistencia. Cuando ya la tengamos lista, dejamos la masa reposar una hora en el frigorífico (cuanto más repose la masa y se endurezca, más fácil será luego manejarla con las manos).

Textura masa de rosquillas

Textura masa de rosquillas después del reposo
Calentamos el aceite y empezamos hacer la forma de las rosquillas. Yo os recomiendo que hagáis bolas del tamaño de una albóndiga, las aplastéis ligeramente con las manos y luego introduzcáis el dedo gordo en el medio para hacerles el agujero.

Hacemos pequeñas bolas

Aplastamos ligeramente las bolas

Introducimos el dedo gordo
Cuando el aceite esté caliente (pero no a fuego demasiado fuerte, así evitamos que se doren muy rápido y que por dentro queden crudas) freímos por los dos lados. Las dejamos escurrir y enfriar en papel de cocina.

Freímos las rosquillas por un lado.

Freímos las rosquillas ahora por el otro lado
Ahora podéis adornarlas como queráis. A mi me gusta echarles azúcar glas por encima pero también están muy ricas con azúcar normal mezclada con canela. Para los más golosos, estas rosquillas también aceptan chocolate de cobertura o algún glaseado.

Bandeja de rosquillas

Primer plano de rosquillas
Después del trabajo bien hecho toca disfrutar
¡Un buen cafelito y a comer!

Torre de rosquillas